Mi cuerpo pide cárnica

2010/10/05

Me cuenta Antonio que los insultos, descalificaciones y silbidos a la delegación enviada por el PNV no fueron para tanto, que la gente parece que se ha olvidado del motivo principal de la convocatoria, la defensa de los derechos humanos y en contra de las prohibiciones; algo así como si la transición no hubiera finalizado, que es fuerte tener que reunir a decenas de miles de personas con esos lemas a 35 años de la muerte del dictador, le digo.

Interviene Asier diciendo que si seguimos con este rollo es porque todavía hay gente que milita en esa banda mafiosa llamada ETA, que ya podían haber terminado hace 35 años en vez de andar jodiendo a todo el mundo.

Los medios de comunicación, para obviar el éxito de la convocatoria, pusieron énfasis en que a la citada delegación se le insultara llamándola española y o se centraron en unos cuantos pitidos y abucheos que hicieron de una ínfima parte de los asistentes, un remolino que se ha ido acrecentando impulsado por el propio PNV. Es como la expulsión de Amorebieta ante las exageradas muestras de dolor y desgarro de Messi. Me corrige Asier, que fue Iniesta, no Messi, a ver si ya chocheo... ¡qué carácter tiene el cabrito!

Y así acabamos con la merienda, echándome en cara si hace años yo decía nosequé de berzas y Albania, ¿pero alguien todavía se acuerda?