Soy un gilipollas

El "baserri" de ayer causó cierta conmoción en algunos miembros de la autodenominada izquierda abertzale. Tanta, tanta, que uno de ellos me acusó de ser un gilipollas por describir cómo había visto lo que denominaba "kale borroka" del pasado domingo en Bilbao, después de una manifestación no autorizada por el juez Garzón.

Desde el baserri, como ya se decía, lo vimos por televisión y quien me escribe dice que esta vez no estuvo y se remonta al 14 de septiembre famoso, "u otras tantas veces en que las Fuerzas de Seguridad del Estado, es decir, la Ertzaintza cargó brutalmente contra una manifestación pacífica de independentistas vascos".

Habla del fuero y del contrafuero, de Arzalluz -¡qué odio le guardan algunos!¡con lo que ha hecho últimamente para ganárselos a la causa!-, y escribe una especie de pregunta-amenaza: "¿Dónde vamos a acabar? Sinceramente, si antes no estamos todos en la cárcel, espero que liderando un gobierno de las fuerzas que apoyen Euskal Herria Bai y entre las que, espero y lo deseo con toda el alma, estemos todas y todos aquellos que deseamos una patria libre y soberana".

Y algunos de los que estamos en la tertulia del baserri, aplaudimos esto último. Otros empezaron a reirse y dijeron que gilipollas le llamen a su ############# ###########. Y que ya basta de pasar por alto todas las judiadas que han hecho los de la autodenominada izquierda abertzale. Que primero juntos contra los del pasamontañas, y luego juntos contra el Estado. Y si no, ni juntos ni revueltos.

juandetxano@gmail.com